Es necesario encontrar un punto intermedio, para que tengan suficiente libertad para crecer, pero que estén protegidos de los riesgos y se sientan apoyados y formando parte de la unidad familiar.
1. HAY QUE IR POCO A POCO
Es un proceso que se inicia en la infancia y debe ser progresivo. Poco a poco debemos dejar que asuman responsabilidades adecuadas a su edad y tomando sus propias decisiones. Por supuesto con nuestra supervisión.
2. DEBEMOS DEPOSITAR CONFIANZA EN ELLOS/AS
No todas las personas maduran al mismo tiempo. Nosotros como padres, sabemos cómo funcionan nuestros hijos. Y siendo realistas, valorando lo que de verdad existe, no lo que nos gustaría o lo que pensamos que debería de ser. Debemos tener esto en cuenta, para permitirles o no hacer ciertas cosas.
3.DEBEMOS DEPOSITAR CONFIANZA EN ELLOS/AS
Esto es fundamental para que nuestros hijos tengan confianza en sí mismos. Pero no es gratuita, deben saber que la confianza hay que ganársela.
4. USAR LA NEGOCIACIÓN
Hay un mensaje que hay que dejar claro y es que la autonomía, no llega por sí sola, la irán conquistando a medida que cumplan con los compromisos adquiridos.
5. SER CLAROS Y CONCISOS.
Y así evitaremos malos entendidos y confusiones.
6. SER FIRMES Y CONSECUENTES.
Si somos unas veces sí y otras no , generamos confusión e incumplimiento.
7. ELEGIR LAS PRIORIDADES
Y permitir y asumir responsabilidades o tomar decisiones sobre temas que estén adaptados a su edad y posibilidades
8. EXPLICAR EL SENTIDO ÚLTIMO DE LA NORMAS.
No solo las de casa , sino las universales. No son caprichos son necesarias, para que exista un orden, para preservar las libertades de todos y para evitar riesgos.
9. GUIARLOS Y APOYARLOS
No controlarlos, esto no sería efectivo y genera desconfianza y distancia.